\"No hablemos del olvido/ si amando no podemos olvidar,/ hablemos del amor prohibido,/ si no nos importa pecar\".
Cierra mujer tus ojos y mi nombre alocada grita,
deja que la emoción única te tome, te haga presa
y que sea inmensa tanta pasión, que sea infinita,
ahora que mi boca insaciable tus dos pechos besa.
Cierra tus ojos amor y mis labios busca, muerde:
siente mi barco que en tu mar profundo se hunde;
que tu piel divina se erice y entonces me recuerde
cuando junto con la mía en tantas caricias abunde.
Que se oiga de tu voz un gemido… o dos… o tres
o que sean tantos que ya se nos pierda la cuenta;
permite que mi barco se hunda en tu mar otra vez
y yo cuidaré que ahora… ¡hasta tu alma lo sienta!
Que se oigan los dulces “te amo” en el ambiente,
con voces ahogadas en suspiros muy delirantes;
navego ansioso en tu mar bravío de agua hirviente
con olas muy movidas a nuestro son, desafiantes.
Cierra tus ojos, esta apoteosis es sólo tuya y mía,
ríndete a mi pasión que yo a la tuya seguro sucumbo;
hay en tu cuerpo una gaviota bella que se extravía
y un barco a puerto seguro que ya conoce el rumbo.
Poema original de Álvaro Márquez
Nacido en Caracas, Venezuela
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Publicado el 4/3/2015
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