Tibaldo Borjas

El violín resucita.

 

 

 

 

 

        Llueve en mis ojos y se estremece mi alma: una piedra en la mano, un cartón piedra de escudo y las melodías de un violín de vanguardia. En la calle, el esbirro con traje cruel y balas en la boca como dijo el gran poeta, hiere de muerte el violín. El violín resucita y sigue  en la vanguardia.