De la muerte siempre hablamos siendo ella indiferente
De la vida mejor no hablar, ella depende de la suerte
La vida no sería vida si no existiera la muerte
Caminar de la vida a la muerte es caminar por un frágil puente.
La vida al nacer evoca a la flor
No queremos que la flor se vaya
Quiero para la flor una invisible y protectora malla
Serémos siempre perdurables mientras exista el amor.
Recordemos los primeros juegos
Cuando éramos unos niños
Todo eran exigencias o ruegos.
Unas veces perdíamos otras ganábamos
Pero siempre recibíamos cariños
Y corríamos y saltábamos.