“Mi defensa a la letra Ñ”
Ñiquiñaque de mil cuñas
en acto traído de las greñas
de un ataque artero a la eñe
con el árbol caído hacen leña
ansían borrarle del español,
ni aludir a quienes lo sueñan
sería mejor darles de ñapa
salsa de la Sonora Ponceña
para tal ñengo desmedrado
de tierras portorriqueñas.
Y si no les alcanza el ñame
de la colombiana antioqueña
para su melindrosa ñoñería
que sea la samba brasileña,
y si por si acaso son ñongos
algún son del área caribeña,
que tales ñángaras ociosos
sin castañuelas ven la limeña
en sus pequeños cerebros
les da roña la eñe halagüeña.
Una piña debajo del brazo
sería como su santo y seña
que con el pasar de los años
en actitud que los desdeña
superado tan ñato embrollo
con culpa de cultura norteña,
por tal hazaña celebremos
que la eñe sigue siendo dueña
con champaña muy espumosa
brindemos por ser hogareña.
Nuestra eñe no está de ñudo
no deambula como pedigüeña
es arte en señoritas y señoras
como las más hermosas caleñas
que son como flores hermosas
como el son de la Llorona istmeña
es cual canto del criollo ñenguere
como merideñas o margariteñas
y les dejo de ñapa a continuación
mi añoso empeño en otro poema.
Por Hermes Varillas Labrador
1808 04/03/2018
“POEMA A LA LETRA EÑE” - Como un homenaje post mortem a Gloria Fuertes con colaboración y arreglos de Hermes Varillas Labrador
Todo tiene eñe en España,
¡Hasta en la Coruña y en España!
Eñe, el coño que nos trae,
o cigüeña con que te engañan,
eñe en letal y parca rebatiña
eñe en la llevadera guadaña,
eñe de una dañina ponzoña
cuando nos siembran cizaña,
eñe de puño o redil en rebaño
que lo disemina una alimaña,
eñe la niña que nos enfría
por nueve meses de hazaña.
Eñe la leña que nos calienta,
eñe la doña que nos apaña,
eñe de nostálgica morriña
de mi viña un poco extraña,
eñe la caña con que pescamos
de pronto una feroz piraña
o carroña con que nos pescan
politicastros en plena campaña,
eñe del paño que nos alienta
cuando el agua fría nos baña.
Eñe de moño que aún baila jota
allende tierras de la Bretaña,
eñe de una malagueña salerosa
o de una diminuta musaraña,
eñe de carantoña en que caemos
cuando no pegamos una pestaña,
eñe de uñas que nos aruñan
a veces con amor y otras con saña,
eñe de ruiseñor y de campiña
eñe extremeña con mucha maña
eñe de caño de una fuente
cercano a la venta de lasaña.
Eñe de coñac o suave licor,
eñe de vino por la champaña
eñe de ron o whisky añejo
tan añejo que me regaña,
eñe de cuña que injerta
y es madera que acompaña,
eñe en la cama de añicos
cuando tenemos migrañas,
eñe de greñas y de mal sueño
cuando aún cuelgan lagañas.
Eñe de telaraña que teje
una habilidosa y gran araña,
eñe de un santo y seña
para escalar una montaña,
eñe, la virgulilla de antaño,
de la época de María Castaña
cual signo de menor tamaño
como suplantadora artimaña,
eñe de piña en tizana nutritiva
que nuestra salud no nos daña.
Eñe en divertida muñeca,
eñe de una cálida cabaña
o eñe de niño, que somos todos,
los que latimos sin patraña
como muy pequeños retoños
con un poema de esta calaña
ilando setenta y ocho peldaños
y con rimas un poco hurañas
sin un tacaño desempeño
pero nacido de las entrañas,
eñe te defendemos con cariño
pese a amenazas que te empañan.
Eñe en piñata muy festiva
sujetada en sólida cucaña
y docenas de dulces añadidos
con papelillo que enmaraña,
y ya me despido en mi otoño
liando letras que se amañan
al poema original de su dueña
Gloria Fuertes de la España
madrileña para más señas,
de los niños su obra aledaña,
vayan las gracias cual buñuelos
hasta el cielo como verdes brañas.
Disponible está en la primera y a futuro, Dios mediante, estará en la segunda entrega de mi libro On Line:
“Poético Potosino”
Por Caminos De Mil Tinos Cervantinos
https://www.autoreseditores.com/libro/10487/hermes-varillas-labrador/poetico-potosino.html
#UnLibroOnLineEsUnaAyudaVirtualSOSVENEZUELA (Sospecho que la solidaridad entre los poetas de este portal anda de vacaciones muy largas, o tal vez creen que la situación en Venezuela es toda una farsa de mi parte para embaucarles con mis libros y mi S. O. S.)