Dulce teatro de la vida, parafernália
ostentoso drama cotidiano
ese acto de una obra, que cada día
sin ensayar interpretamos
ceremonia rigurosa, en invierno y verano
con las puertas abiertas del corazón
sin guión ni palabras pensadas de antemano
actores caprichosos de comedía
sobre un lúgrube escenario
triste y sombrío donde se hielán las palabras
recordamos y repasamos la superficie del alma
un maratón de recuerdos se cruzán en el camino
el necio, el tonto y el ignorante pasean
con sabor a nécoras y a tablas mojas
donde es un lujo dar la mano si perderla
y un silvído hace volver mil miradas
ilusorio teatro que no duerme la siesta
y para el que pagamos tan ridícula entrada
un laboratorío en la memoría de la física
decir mucho sin llegar a decir nada
indistingíble faro que en la noche
rompe las tinieblas en alborada
individualismo inteligente indignado con palabras
glaciares que en invierno se derritén en cascadas
entrebarrera nos escondemos, para no torear
todos los miedos que escondemos
desglosamos con deshonor nuestras palabras
incinirándolas en un lujoso brasero
que concepto mas absurdo de las cosas
queríendo comprar el mundo sin dinero
y cerramos el telón por hoy y otra cosa
parafernália en el teatro de la vida
donde vinimos un poco tarde a pasar el rato....