Mujer asomada en un balcón
no importa en cual
puede ser un palco
de la ópera
mirándolo a él
que la ignora
fingiendo seguir la obra.
Puede estar asomada a la borda
de un barco
que parte a ese lugar nuevo
dejando atrás el oprobio
de persecuciones y guerras.
Quizá sea en un balcón
que asoma al jardín
esperando ansiosa
al amante
demorado y que nunca
podrá llegar.
Una baranda de un puente
de madrugada
mirando lo inevitable
un río de aguas heladas
que pasa y no la espera.
Qué puede estar haciendo
asomada en ese borde
absoluto
entre la vida y la muerte.
Ignorándome ella
que la observo
así absorta
en pensamientos que ignoro
en vidas que imagino
yo
desde esta pantalla
no puedo más
que esperar
que alguien aparezca
por detrás
abrazándole el talle
besándole el cuello
confundiéndose
los dos
en suspiros y reproches
desesperados besos
entre enamorados.
Y yo desde acá
solo puedo dar un final
pudoroso
por estar espiando
en esa vida
de la que me he enamorado
en tiempos que no coinciden
en espacios distintos.