Me encontraste, pirata
En tu cacería esporata
Pero emergiste, tan rápido,
No soportaste la tentación,
Abriste el cofre en frenesí
Antes de llegar a tierra firme,
Sin siquiera importarte mi condición.
Y mis tesoros por siempre
En el mar perdiste.
Evitando que alguien
Elija mis brillos
Y apartándolos de tus ojos
Por un vano antojo.
Corsario ambicioso
Arrebata cada trozo
De vida emergente
De modo urgente,
Y después se acopla
Entre la gente
Como si no hubiera
Extraviado mi ámbar,
En la más honda e irrecuperable
Boca devoradora,
De tropas y esperanzas
De inocencia y extravagancias
Preciadas y abducidas.
El pirata se marcha
Con las manos vacías
Al igual que el cofre
Que escondía el alma mía.
JULIETA IALLORENZI
PATENTADO EN SADAIC Y DNDA
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS