Caer en el abismo del roce
de la trémula humedad de tus labios
y aspirar tu aire escapando
del suspiro subliminal del goce
Tus reflejos de rubíes en mis ojos
cercanos a la muerte sublime
en la pasión que explota en deseos
de los abrazo que mi pecho oprime
Besar tu piel cual madura fruta
como mariposa frágil que liba
el néctar que tu jardín permuta
en jugos azucarados, tu almíbar
Y así, cual Ícaro de sol hastiado
o como de sal húmeda ungidos
quedar en silencio, abrazados
y que el alba nos sorprenda, fundidos