Que se vaya todo el mundo, que no quede nadie que estorbe mi jodido silencio, nadie que pregunte, que busque mis mejores acciones, alguien que quiera que lo ame y lo mire con ojos de encanto, que no exista nadie para mis días, ni nada, que me dejen aquí en mi cómodo vacío; se acabaron las estaciones, los destinos, los trenes, se acabaron las razones equivocadas, se terminaron todos los \"para siempre\" que he pronunciado y prometido a la gente.
Se acabaron las hojas en blanco, las lágrimas frías y dolorosas, hoy le quito a mis poemas los protagonistas y los dejo en la libertad de elegir los dueños de su tinta.
Hoy le entrego mi inspiración al vacío, donde no existe nadie que pueda proclamarse como dueño de mis pensamientos.