Aquí va, bajo mi sombra impetuosa sobre el escritorio
Aquí va lo final
Procurando decir todo, buscaré inspirarme
Pero debo priorizar
Sí de mar te hablo, como naufrago me veras
Perdido entre las olas
Perdido en tempestad.
Ahora sí sobre aves te canto, debiese entonar.
Pero estoy corto de tiempo.
No quiero hacerlo mal.
Aquí van mis últimas palabras para ti,
Interpretadas de mala gana, porqué huyen del fin.
Que poco romántico suena al repetir.
¿Tiene algún fín hablar del fin?
¿Qué sentido tiene el cómo me recuerdas?
Un día soy la paz, y al otro incongruencia.
Y es que ahora aguarda el silencio,
Seco y síntetico.
Como la coronilla de un lúgubre final.
Como el de tu amor de juventud,
Como el de aquel perro que no volvió para jugar.
¿Y si te hablo de lo que no es verdad?
Como esta despedida
¿Y si tomo un cronómetro y te doy el tiempo que tardo en olvidar?
De seguro se me olvida que lo hice andar
Entonces, que tal, si sólo callo y te dejo marchar
Es que sí fuese una película, no sería un gran final.
Aquí va lo último, y no me alargo más,
Ya te hablo entonces algo bien puntual.
Me debes unas apuestas y me las tienes que pagar,
por jugueteos tontos sí, pero son apuestas al final.
Por eso mismito\', la cara tienes que dar,
Es una pena, pero nunca es bueno adeudar
No vaya a ser que se dispare el interés
Y abonando sonrisas, te tengas que quedar
Sería terrible, que esta carta no resultase ser sobre y para un final.
Terrible, porqué pudo ser de amor y cristiandad.