LA ORACION
Siente como el halo de la luz sagrada
penetra en tu cuerpo con una oración;
alimenta la carne que esta maltratada
y alienta el alma que esta descarriada.
Respira profundo tan fuerte, tan fuerte,
y siente la paz en tu yo interior.
Concentra las fuerzas en tus pensamientos,
y has que las malas acciones
le digan adiós a tu cuerpo.
Siente como se renuevan las fuerzas
y te sientes joven de nuevo otra vez.
Orar no te cuesta ni un solo centavo;
puedes hacerlo de pie o acostado,
puedes meditarlo o también gritarlo,
solo hazlo con fe y convicción.
Autor: Fabio Bohórquez Rodríguez
Registro No. 10-703-237.
Dirección Nacional de Derechos de Autor.