Fabio Robles

*** El Agricultor ***

 

 

Hombre de manos fuertes,

con la piel curtida por el sol,

labriego de duras jornadas,

  va sembrando esperanza;

 cosechando racimos de amor.

 

 Por las noches, mira el cielo,

sonríe a la luna y a las estrellas

pide se cumpla su anhelo,

que sea la cosecha,

el fruto esperado,

 por el que lucha con desvelo.

 

Se despliega el níveo velo,

con timidez aparece el alba,

se escucha el canto del gallo

que anuncia la nueva jornada.

Parte pronto con sus aperos,

por el camino ya trazado

siempre animada el alma.

 

Dobla su cuerpo hacia el suelo,

siembra las semillas con esmero,

espera venga la lluvia a tiempo,

lo ruega con ansiedad al cielo,

¡Siempre, existe incertidumbre,

durante muchos momentos!

 

 Es muy dura la vida del agricultor,

muchas veces solo y olvidado,

pero nunca pierde la dignidad.

Es por su familia luchador,

jamás pierde el norte de su arado,

es un ejemplo de tenacidad.