La maldición de tu ausencia hace la noche más noche
y se anuda con la claridad ofensiva
de soledad de parque abandonado al alba
¡Qué forma de partir y dejarme abandonado!
Pañuelos de escarcha caen del cielo y me envuelven.
¡Mi rincón abandonado de las noches, naufraga!
se llenó de recuerdos de heridas de guerra.
Y los gorriones que antes lo desperezaban.
fueron tragados por la lejanía aburrida
del mucho hacer por bienvenirte sin lograrlo
Como el sueño, como el rezo, ¡todo fue imposible en ti!
La hora de la cita, el beso, el abrazo.
El estupor salivable de la caricia.
Ansiedades de púber, ira de amante viejo,
insuflación de joven enamorado, ¡todo fue imposible en ti!
La infancia alada que revolotea en dos memorias.
¡Descubriendo recuerdos antiguos!
¡Que dolor ceñido al alma!, ¡Qué deseo!
¡Que tristeza se desboca en memoria solitaria!
Y la muralla de tu sombra, ¡todo fue imposible en ti!
Reptando entre el deseo y el espanto.
Oh mujer que perdí sin haber tenido,
Te canto y evoco en la humedad de esta noche.
En el hueco feroz colmado de tu ausencia,
donde tu olvido me quiebra como copa inútil.
En la negra soledad de mis desiertas islas,
renuevo mis votos de entregarme en tus brazos.
Sed y hambre de hombre la mía, tú, fruta de dioses.
Ruinas de humano, donde no atreves tu milagro.
Ah. ¡Algún día iba a desbordarse la ternura!
¡Semilla soy, sin sembrar, en tierra virgen!
Mi deseo por ti, habrá de quedar para otra vida,
Y un delirante y ávido, ebrio, hueco de besos
habrá de soliviantarse entre las tumbas de mis amantes,
como racimos de fruta prohibida, no apta para ellas.
En cambio, la boca mordida y los recorridos miembros,
Los cuerpos trenzados y el éxtasis esforzado.
La cópula loca, de esfuerzo contenido
y dos universos abrochados entre dientes
en que dos bocas se entren traguen ¡no será posible en ti!
Y la levedad insufrible que tiene la ternura.
y la palabra que se ahoga en los labios.
destino de muerte donde muere mi anhelo,
¡Y versos malditos que me hacen suspirar!
¡Porque tanta muerte y tanta vida, no será posible en ti!,
¡Qué dolor, que no se tragan las olas del olvido!
Dando tumbos de ebriedad desesperada y loca
como sirena en la isla de las mil fantasías
mis “ayes” de tu ausencia rompen en acantilados
de soledad y hastío ¡porque nada de eso será posible en ti!
Explorador ciego de universos lejanos,
descubridor de mundos inexistentes, como tu entrega!
El adiós se me anuncia a la vuelta de la esquina
En esta noche sujeta por la tenebrosa hora.
que se ciñe en mi cuello como soga de horca.
Entre las gotas de lluvia, emergen estrellas lejanas.
y quedo abandonado... como parque al alba.
sólo con la sombra de mi pobreza en las manos.
Y la angustia estéril de estos malditos versos.
¡Porque nada de lo que quiero, nada será posible en ti!