Luibarca

ETERNIDAD

Eres lujuria en mi vida,

perseguida tentación,

mi religión y mi patria,

mi ansiada perdición.

 

No le temo al Infierno,

y sé bien de lo que hablo,

por conseguir que me amaras,

vendí mi alma al Diablo.

 

A la condenación eterna,

estoy ya acostumbrado,

la sufro a cada segundo,

en que no estás a mi lado.