como orate de viento mutado
subo a derramar pincelada a pincelada
el pliego del incienso
allí donde presencié
los dos cervatillos de musa despavorida
almendros desprendidos
se sustraen de la lluvia rosa
que se calzan los mirlos clandestinos
jabonarse los huesos
con la claridad estéril
del eterno desnudo marmóreo
arrecia en la retina
la inaccesible cólera de la nada
que escancia éxodos de miradas arbóreas
camaleónica memoria de lenguaraz lágrima
hasta que me pronuncie en tu lenguaje mortal
el canto ilegible resonará como mil afluentes de sirenas
sería como mesar la cabellera antigua del alma
petición del último beso antes del tránsito