Caminamos juntos entrelazando nuestros dedos, como si fuéramos un todo; nuestras diferencias nos unían y nuestras igualdades nos ataban.
Estamos condenados a amarnos toda la vida, este ha sido nuestro pecado, y con gusto pagare con mi alma las penumbras infernales, por haber estado a tu lado.
Caminamos juntos, por la dulce playa que vio nacer nuestro amor, y nuestras huellas quedan marcadas, en el camino.
Oh amada mía, si cada pensamiento en ti, costara un centavo, mi ruina seria inevitable y si tus besos fuesen mi pan; seria pobre pero no me moriría de hambre, porque tu serias mi razón de ser y de vivir.