gonzaleja

¡¡AY, MIS OJOS!! (SONETO)

Con mal disimulado disimulo,

venciendo mi atracción imperativa,

con una fijación casi obsesiva,

el umbral de tu puerta deambulo.

 

Pues según me parece y me calculo

cercana estás de mí e inquisitiva;

si ajena de tu propia iniciativa

con los abiertos ojos gesticulo.

 

A los tuyos, fielmente, hago señales,

observo si me miran, si suspiran,

y apruebo el cambio que a tu aspecto has dado.

 

Resueltamente infieles, desleales,

por parecer, mis ojos, que no miran,

¡cuánto tirón de rienda han soportado!

 

Gonzaleja