Cuando creo que no me recuerdas, es cuando menos te recuerdo, pero mira qué sorpresa, si ni te pienso y me duermo... Es ahí cuando apareces y empiezas a estar en mis pensamientos. Pueden pasar horas, tantas que se asimilan a los años, para ambos poco importan pues nos tenemos a lado. Esto de sentir, esto de aferrarse y soltar, desenreda lo que guardo y lo hace volar. A veces cerca y luego lejos, indiferentes en rostro y cuerpo, como sea te siento en el silencio, en tu mirada perdida y en mis sueños que encierran misterio.