Siempre una sonrisa por tus accionistas ordinarios,
Que son tus órganos internos,
Que necesitan tranquilidad , paz y alegría,
para realizar sus actividades sin tensión ni melancolía.
Siempre una sonrisa para tus accionistas preferentes,
las personas a ti dependientes,
Que no se merecen inquietud ni zozobra,
sino tranquilidad, apoyo y armonía.
Siempre una sonrisa a tus clientes internos,
a tus compañeros de penuria y trabajos,
Que te valorarán y apoyaran más,
si eres positivo, risueño y charlatán.
Siempre una sonrisa a tus clientes externos,
a tus confidentes y amigos,
Que necesitan olvidar sus tensiones y penas,
con risas que muevan al máximo sus mandíbulas.
Siempre una sonrisa a tus proveedores,
a tus padres, hermanos y allegados,
para que no se distraigan ni preocupen,
Que seas un sol o pariente alegre.
Pero sobre todo siempre una sonrisa por tí mismo, tu propia empresa,
para que se mantenga sana y financieramente equilibrada,
que sea vendible, atractiva pero no fácil presa,
y que ría y sonria de todo o casi todo para que se mantenga estable y sana.