¡¡¡ ROMANCE A LOS ABASÍES DEL ÁNDALUS !!!
*** Versos de la Rosa ***
Sollozos de zarzamoras con gemidos de esas tierras
entre guitarras flamencas regadas de cante y cenas,
la Granada de Abasíes cuando la Alhambra erigieron
con Califas de Bagdad que extendieron este Imperio,
siempre esencias de olivos como ese trigo de campo
hasta que llegue su fiesta entre aromas de naranjos.
los Abasíes del Ándalus ven su Mezquita en Córdoba
con los arcos que lloraban con sus suras de la gloria.
Una llamaba a los rezos de un Muslín de la Mezquita
los ocho siglos de cultura cuando en Córdoba vivían,
su hermosura de los huertos lo empapa esa morería
entre canales de riego que esparce esta agua amiga.
esa agraciada fragancia de entusiastas musulmanas
asombrando la sapiencia con la ciencia que le sobra,
su sanación fue una ciencia a musulmanes de honra
esparciendo medicinas en tierras de cruz y sombras.
Sus ciudades culturales que sorprende esta belleza
tiene la esencia de cante que entona por peteneras,
la algazara entre suspiros de las palmas de la fiesta
creando mimbres de hechizo la malagueña agarena,
es la gracia del fandango que entona sólo esa tierra
gemidos de azogue y bronce esa pasión que no cesa,
Gitanos con tez del bronce gritan fandangos alegres
afinaste al portugués el cante que en Huelva tienen.
Misterios de gran belleza son los pueblos andaluces
siempre su casa de blanco que alegran donde viven,
la Giralda sevillana orgullosa de tener sangre mora
el Guadalquivir te muestra la Torre de Oro hermosa,
cuando la plaza de toros se empapa con sangre roja
la Esperanza de Triana la envuelve un olor de rosas,
hay carnavales de magia en nuestra Gades preciosa
adornados con sus gracias de sus artes primorosas.
Con el cante de una copla con la guitarra que suena
revueltos con su fragancia de aroma de yerbabuena,
después de ver Almería te asombra el Jaen de olivo
recolectando aceitunas siembra el centeno dormido,
las urgencias de almorzar hoy se calman de repente,
es la alacena el encanto de los moros con su suerte,
son cosecheros de aceite con sus recogidos mantos
es su gran complejidad que normaliza este encanto.
Autor:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
09 de marzo del 2018