Saliste de un costado a conquistar el mundo, el gran sueño de Dios hecho realidad: una hermosa mujer. Tu castillo es el corazón del Señor, tu sazón es ser la sal en un mundo insípido lleno de maldad; tu luz es Jesús, pequeños destellos reflejas cuando sonríes, caminas y sueñas, hueles a celestialidad una combinación de aromas que no pueden estar en un frasco, es una esencia que se consigue cuando oras; hueles a paz, a luz, a amor, hueles a Jesús... Lord Vanvle