Marino vasco,
forjado en hierro...
te deshaces por las olas del planeta,
de Donosti...
es la herida lisonjera,
desasida tercamente...
en la tierra de los hielos,
eres sangre,
noble arena...
descuidada mansamente,
por la fuerza de los vientos.
P.D: En honor de todos los marinos vascos
que surcaron el orbe, y en especial de Martín
Villafranca y sus hombres, asesinados sin
juicio previo... en la Islandia de 1615.