Maestro
cómo osas terminar tu jornada de amapolas
dejando allí mudo el rostro de la noche
ignorando los susurros del amado
a su enamorada?
Si Valentín te han llamado
acoge a las flautas de las hierbas
que inunden a esa aldea
anfitriona de los rostros,
de los cuerpos en los nimbos
con que el Amor consagrado
los anidará en el camino de sus horas.