A ti dedico estas letras
que amargan mi pecho
exprimen mis ojos
arrugan mi espíritu
A ti que ahora no estás
pero estuviste siempre
en este pecho, ojos y espíritu
inmersa y mimetizada
Nuestras almas eran una
el pensamiento el mismo
sentíamos juntos
el universo entero
Amanecíamos
iniciábamos
acabábamos
decíamos
todo
todo
sucedía al unísono
día a día
El horizonte del amanecer
se extendía al anochecer
con nuestras almas
fundidas
sintiendo al límite
la intensidad
y, así
sucedieron nuestras vidas
entrelazadas
desde el primer día
Ahora que no estas
me lamento
por lo que no te di
eso que te alejó de mí
eso que no fui capaz
de darte nuevo día a día
eso que no comprendí
que no pude ver
que no fui consciente
por eso que no te di
Abrazo tu recuerdo
ese que ahora me acompaña
está candente muy dentro
en un nicho
a buen resguardo
porque no quiero
que ahora sea ese el que se vaya
por lo que no te di.