No me canso de mirar tu rostro abstracto, dibujado por gotas de agua,
que rezuman las nubes
colgadas del azul cielo.
No me canso de escuchar
tu llanto roto y cansado,
golpeando el techo de mi cerebro.
No me canso de tocar la suave piel de tu cuerpo, que resbala entre mis manos.
No me canso de oler tu rastro, serpenteando caminos con fragancias a tierra mojada.
No me canso de amamantar con pechos mojados en la fria noche invernal, tu agua nacida de mi vientre.
No me canso de tu presencia.
No me canso de tu sonido.
No me canso de tu sonrisa. vespertina.
No me canso de ti : Lluvia divina.