Nos volvimos polvo, de ese que se pierde entre las playas del mar y se aleja al ser pisada.
Cada mañana nos alumbra el sol o nos moja la lluvia, cada ola nos transporta hacia otro lugar de la playa y nos pone en un nuevo sitio; , me contaron que estás cerca de mi playa, al lado de una palmera donde te sientes feliz y sonríes todos los días, esas son noticias buenas, porque la profundidad y altura de esa palmera te ayudará a conseguir lo que tú siempre has querido.
Yo estoy al borde de la playa donde las olas llegan con ímpetu y las noches son frías, pero todas las mañanas veo como el sol se refleja en el agua y todo se convierte en un escenario, y entonces me doy cuenta que vale la pena soportar cada noche, si el amanecer trae nuevos colores.