Hay algo etéreo apenas perceptible en el silencio,
son las alas de los sueños,
utopías de la vida,
vorágine de hojas en el viento.
Hay un andar sutil que apenas roza el suelo,
los años juveniles,
mariposas volando en infinito tiempo.
Hay un anhelo de palabras,
de bocas y \"te quieros\"
De transgredir en las alturas,
soltando el vuelo
y alcanzar con los pies
el borde arisco de un precipicio,
abiertas fauces que devoran
y causan desosiego.
Hay una sangre que bulle,
como la fuerza del indómito paisaje,
manos que no alcanzan,
cuerpos que rehúyen,
alas desplegadas contra el viento.
Mece el tiempo la calma,
pasa la juventud,
quedan recuerdos.