Todas las cosas agrias que piensas ahora... las conozco desde los nueve años.
Ella podría tomar su pistola y hablar, pero quiere tranquilizarse para pasar el rato.
Y de repente todo está oliendo a avaricia de metal y sueños destrozados, guardas el amor para apropiarte de su suerte.
Temes al fracaso y las dudas que eso conlleva como: ¿Qué hacemos aquí? ¿A dónde vamos? y ¿Qué importa?