Te sueño y no me canso de soñarte,
y sueño que felices disfrutamos
una vida que juntos anhelamos,
una vida que quise a tí entregarte.
Te pienso y no me canso de pensarte,
y pienso en los momentos que pasamos,
el tiempo en que te amé y nos entregamos;
no pensabas ni hablabas de alejarte.
Pero cruel es la vida y su camino
e ilusos quienes creen todavía
que el amor complementa su destino.
Iluso este soñador que creía,
por eso cometió vil desatino
de creer que este amor perduraría.