Monroy Gemio Pedro

Para amarte

 

Para amarte tanto
es necesario morirse muchas veces.
Tantas.

Y las palabras inmensas.
Las de ternura exacta.
Las de eternidad escasa.
Las requeridas(las mas temidas).
Se van tornando abismos inciertos.
Tinieblas rasas, cenizas, lamentos.
Disolviéndose entre la grandeza
que en ti pretendía alcanzaran.
Y no alcanzan.
No alcanzan.

Soy.
Estoy.
Me encuentro en ti.

Frente a mi,
Yo misma,
te siento revolotear en mi vientre,
veloz.

Revolverte en mi carne
feroz.

Y soy.
Estoy.
Te encuentras en mi.

Y es que …
para amarte tanto
es necesario morirse muchas veces.
Tantas.

¿Mas que puedo tener
si el espacio se ensancha
para alejarnos?
Si tan solo debo
arrancar mis órganos
para olvidarnos.
Tan solo
desplazarme el cuerpo
para borrarnos.

Y si existo,
¿Qué puedo sino morir¿
y si muero,
¿qué podría sino existir?
entonces, mi cielo,
¿qué puedo temer sin ti?

Tomo el recurso
de dejar de hablar
en silencio,
a la locura.
Derramando silbidos de polvo,
viejos versos que se desperezan
y telas de araña amigas,
dentro de mi cabeza.

Y se desliza
entre latido y latido
tu nombre.
Cuanto palpe cada letra
y dormí en cada pliegue.
Cuanto lo deshice
e hice,
para volver a reencontrarme
y alegrarme tanto.
Tanto.

Juego a cazar melodías
con los labios
y nos atrapo a nosotros
y me gusta repetir
“Nosotros”.
Porque me suena a
sabanas enmarañadas,
dos tazas en la mesilla
y piernas entrecruzadas.

Y es que …
para amarte tanto
es necesario morirse muchas veces.
Tantas.

O estar en otro lugar.
O en otro tiempo.

O en otro cuerpo.
Y no mirar
con las pupilas duras.

De quien ya no encuentra
quien la mienta.
y topa de frente con la verdad.

Que nunca lo fue.
Ni dejo,
al fin,
de serlo.

Así pues
Trazo su trayectoria
de recovecos.
Hacia donde recordar
solo es palabra.
Y de la palabra, eco
eco
eco.
AUTORA - MERCHE MONROY FERNÁNDEZ