Contemplarte tan llena de ternura
es la dicha mas grande de mi vida,
y extasiarme en tu imagen dulce y pura
es la gloria que tengo prometida!
Aspirar de tu aliento su fragancia
es sentir de Natura su perfume;
y es libar de tus labios la abundancia
de tu fuego voraz que me consume.
Cuando miro el fulgor de tu mirada
me recuerda los cielos estrellados;
donde brilla la luna enamorada
adorando tus ojos azulados.
En tu blanca sonrisa se escondieron
de los lirios su albor y su pureza;
y zorzales cantores le ofrecieron
sus trinares con gran delicadeza.
Tu beldad es seráfica y profética
cual la ninfa que cuida de las flores;
pues posee de amor la luz poética
que despliega magníficos colores.
Y por eso quisiera yo entregarme
a llenar con mis besos tu existencia;
y rendido a tus plantas dedicarme
a vivir de la gloria de tu esencia.
Autor: Aníbal Rodríguez.