Mujer de vida en rítmicos colores
de amaneceres con atardeceres,
tan fecunda en las rosas con amores
eterna en los secretos y en placeres.
Mujer en risas y dolor con frío
del invierno y su averno con tristeza;
del otoño en marrones y albredío;
con primavera en su naturaleza.
Mujer de tormentosos huracanes
o de soles en lunas estrelladas
protegida por ángeles guardianes
y mirada de vidas extasiadas.
Soy la crisálida ¡Maravillosa!
Nazco y crezco..., mujer y mariposa.
De Alma Libre