Taconeaste risueño
aquella noche estrellada,
te arrimaste cerca de mi
floreció la noche luminosa
entre cosquilleos detrás de la reja,
palabras dulces y embriagadoras.
En mi cielo raso brincaron cien estrellas
saltaron juguetonas al chocar entre ellas
abrieron sus ojos en silencio
formando largos caminos de paz
dando brillos de ensueño.
Tus palabras enroscadas
como secreto de amor
entre zarcillos de corales
y raíces de besos.
Siendo la más bella estrella
de todas las miradas
abierta reluciendo
ante el cielo suspiraba!
La saliva de estrellas
resplandecia a tu lado cerca de mí.
Ante el embrujo del firmamento
estallaron de aromas
mil pétalos de rosas
en la tierra
esparciendo su fragancia y frescor
entre estos versos vagabundos
plagados de itinerarios libres en la noche
y sendas de palabras sin rumbo.
... Buscándo sólo la luz de tu corazón. .
(Corregido 12-3-2018)