Un hombre escribe sobre sus espaldas
los tatuajes que ayer y hoy olvida
porque el sudor lavó trágicamente
las líneas que ahondaron sus heridas.
Más tatuajes al viento que flamea
las telas de la piel envejecida.
Expuesta su verdad sobre esas zanjas
por los que la existencia huyó inadvertida.
La pregunta que surge como un salto
ante el tropiezo que acortó la vida:
¿Qué tatuador arcano se consuela
con grabar cicatrices sobre heridas?