Digamos que esto también pasará, como pasan los domingos por la tarde con una ausencia que desvela el alma.
Cuando el frío pesa más que cualquier otra tarde de invierno
Cuando te falta el calor que te prolongan sus brazos o quizá cuando te faltes a ti mismo, que en estos momentos tanto te desconoces.
Pasará, como todo pasa.
Pasará que despertaras y te encontraras en un mundo llenos de perdidas en el olvido y que la memoria te pesará más que nada.
Pasarán los días, pasarás tú, pasará la vida.
Pasarán las horas, los minutos, los segundos, todo pasará.
Que intranquila se siente tu alma, cuando sientes un vacío, un vacío enorme como un agujero negro sin fin.
Los colores se vuelven opacos, tú mirada se encuentra pérdida en un torbellino de preguntas, en un torbellino de ideas, en cosas inciertas.
Y un día te encontrarás en el punto medio de tú vida, donde verás que pasaron todas esas voces en tú cabeza.
Donde sentirás que el frío no era tan helado como tus dedos lo sentían.
Donde encontrarás la salida a ese agujero negro que te tenía atrapada en un mar de confusiones.
Y volverás y no volverás, y sentirás y no sentirás, y vivirás y no vivirás.
Así siempre, así nunca, así por mucho más.