Ya no ha salido en mi cielo la luna
marcha en tus ojos de mirada triste
huyó en tu boca que en besos me acuna
y en las caricias que ayer tu me diste.
Bendita suerte, que poca fortuna
cuenta me doy que de mí ya te fuiste
de forma cruenta y tan poco oportuna
que gran herida en el pecho me abriste.
Gime mi cuerpo extrañando tu piel
de ti mi boca se encuentra sedienta
ansiando pechos que saben a miel,
agonizando de forma tan lenta.
Y me desangro mi amor por la herida
cuando anunciaste tu pronta partida.
-. Par