Eres como esa promesa cumplida,
Como ese dulce amor pleno, ideal;
Digno regalo casi celestial,
Esa añorada tierra prometida;
Eres el dulce aliento que da vida,
En cualquier plano, refugio inmortal,
Luz que entrega una alegría total
Y devuelve la esperanza perdida;
Eres mi ardiente pasión y locura,
Rama de amor en este frío invierno;
Esa dosis de mágica aventura,
Que hizo de mi vejez algo tan tierno
Que colma de obsesión y de tersura
Este nuevo Edén que ayer era infierno…