Allen Andree

CENA

…Sé que nos contemplamos

que en nuestros sueños los espejos cambian

mientras los desiertos son los mismos

otra dimensión

otro fulgor que delata la estación de tu alma

             siempre en tus dominios

             siempre etérea para el tacto

             nunca comprendido en los márgenes de la piel

luego nos basamos en la idea absurda

de que en los pliegues de los árboles

          no está ni la sombra de los dioses

luego pensamos que en una caricia

          se puede satisfacer el ardor del deseo

por eso es preciso cambiar esta realidad

más aún si la otra

en función a sus colores

ofrece un vacío en todas las derechas…