Santiago Riascos

SOÑE QUE SOÑABA

Soñé con tus ojos que nacían de la noche venciendo todos los males que hay en el mundo. Soñé que tu sonrisa era el espejo de la luna y que tus lágrimas nutrían el mar. Soñé con el color de tus ojos y en el fondo de ellos encontré un destello inconmensurable que iba por el fondo del mar descubriendo todos los secretos que ha venido guardando desde hacía mucho antes de que el hombre tuviera memoria. Soñé que moría a tu lado después de haber vivido contigo. Y luego, dentro del sueño desperté porque realmente no había muerto; fue cuando comprendí que uno mismo se puede soñar dentro de su propio sueño. Y luego soñé que estaba soñando, y que dentro del sueño soñaba que me estaba soñando mirándome dormir dentro de 2 sueños más, donde continuaba soñando con tu existencia: con la luz que das, con el agua que desgranas y con el milagro que otorgas. Lo único que no soñé fue que te quería porque ese sueño hubiese sobrado. Realmente hubiera estado de más. Y desperté con el corazón más indomable que entonces nunca, con el alma más palpitante, con la sangre más atropellada sudando por dentro todo lo que nunca he llorado: desperté con el corazón hinchado de amor.