Quien pudiera ser velero que rasga el agua de tu océano, ser la ola que arrastra tus granos de arena, ser la brisa que refresca, esa playa ardiente de deseo y capricho.
Déjame ser velero,
de frenesí marino,
el único barco,
que llegue a tu puerto.
Déjame ser última ola,
que rompa en tu playa,
y funda mi espuma,
en tus besos de arena.
Déjame ser brisa nocturna,
que empape tu espalda,
en la noche mas azulada,
al abrigo de la luna.
Déjame ser velero,
que navega en tu busca,
déjame ser ola,
que se estrella en tu boca,
déjame ser brisa,
que haga temblar tus caderas.
Déjame ser naufragio,
de las noches más intensas,
déjame ser viento y agua,
de los huecos de tu alma.
a.rodríguez.