Châmänå

Poemilla

Caigo sobrecogida y protegida por mis engendros de miedo.
Nacidos por mi
Crecidos por mi.
Risueños del mal que ahonda mis sueños.
Lúcidos,
Eran así mis sueños,
Hasta que llegó,
De nuevo,
Todo aquello.
Asustada me revuelvo
Insatisfecha ante mi diario.
La vida se torna delicada y fraudulenta.
Me toco las partes
Con ganas de sentirme y solo me siento que toco
No siento lo diferencial
Entre la mano que aprieta
Mi carne
Y la carne que se aprieta.
El suspiro que sigue
Es un auxilio
Un reflejo de lo que revuelve a mi mente.
La pena viene luego
Luego y siempre
Todo llega.
Nada se viste como algo
Más el desnudo habla de todo.
Son las acciones y las palabras
Pecaminosas
Las que han estipulado mi juicio
No por obligación ni prejuicio
Si no
Por ansiar hallar asilo
Entre la multitud teatral
Que ensordece
Mi auténtico
Y propio Sonido.