“ Tu boca, sedienta
de mi espuma plena de mar,
a mis dedos, ávidos
de tu botón prendido al placer,
vuelve a reclamar.”
F.H.
Mis dedos… recorren en silencio la frágil epidermis de su cuerpo; se adentran en sus sienes suavemente peinando hilos con sumo cuidado; bajan por sus aterciopeladas mejillas, remontan las suaves colinas de su pecho… Susurro dos palabras…¡te quiero! Mis manos… otra vez acarician los mil y un ríos hilos dorados que manan alegres de su piel de luz de luna. Callo el silencio con mis jadeos; hago vibrar el botón de su hermosura; rompo el silencio con otro silencio… Oculto dos palabras… ¡te amo!