Explicar lo de vocal y consonante
o que tu nombre sea
I griega unas veces y otras Ye,
es un caso bastante singular,
pues te empeñas también en reunir
palabras y frases muy disímiles
en claras y sensatas oraciones,
con una discreción que causa gusto.
No satisfecha con esos exotismos,
te lanzas como símbolo del itrio
(ese raro metal que se presenta
en polvo abrillantado y casi negro,
que no puedo saber de dónde sale
por mi enorme carencia de cultura).
De igual modo que Júpiter y Venus,
perteneces al elemento aire,
aunque muchos astrólogos afirman
que con Mercurio, Urano y Don Saturno
te ves mejor junto a elementos neutros.
Similares maestros aseguran
que inauguras los tiempos siderales,
porque eres el Señor de los orígenes
y las consolidaciones generales,
que permites prevenir e interpretar
los fenómenos meteorológicos
de manera más rápida y segura.
Nada entiendo de tales vaguedades
y me lavo las manos cual Pilatos,
pues no quiero dejar que nos engañes
con tanta triquiñuela elemental,
idiotizando cerebros debiluchos,
sin un mínimo argumento razonable.
Prefiero disculparme y despedirme
de posibles lectores informados,
que conocen las leyes naturales
y no caen en trampas sin sentido
aunque tengan apariencia de verdades.