¿No sientes por las noches
como te susurra mi alma?,
despacio y sin despertarte,
se acuesta en tu blanca cama,
te acaricia con suavidad,
pasa sus manos en tu espalda,
y con amor muy intenso,
resbala en la almohada,
haciendo que tu piel se erice,
sintiéndose tan amada.
¿No sientes como mi boca
recorre tus labios dulces?
y mira con gran deleite
una sonrisa que me seduce.
Y tu cuerpo sin quererlo,
de pasión se estremece,
ante la caricia invisible
de mi cuerpo que te apetece
mientras a lo lejos...
el alba ya aparece.
¿No sientes la suave brisa
que entra por tu ventana?,
soy yo que te susurro,
con todo el amor del alma,
dulces palabras ardientes,
pegadita a tu espalda,
y presiento que ya viene
impiadosa la mañana,
huyendo muy presurosa,
¡¡prometo volver mañana!!
Maria Hodunok.