El silencio de la noche gritando a mi ventana, la soledad golpeando a mi puerta, la oscuridad apagando mis luces y la tristeza asaltando mi sonrisa.
Parece el robo perfecto y quizás lo sea, me amordaza el miedo, me atan con palabras y sacan pequeños recuerdos como su arma; me están maltratando el alma, degollando sueños y apuñalando el corazón.
Lloro sangre, grito para mis adentros y sale un sollozo que se desprende y retumba las paredes; destruye los vidrios rotos por la fuerza y el impulso del alma que no se da por vencida.
Estoy ileso por fuera y agonizando por dentro, el robo perfecto llevó sus planes con éxito, visitame traeme vitaminas para el alma, vendas para el corazón y algún antídoto que me levante la moral.
El impulso del alma se aferra al último ápice de esperanza, quizas pareció el robo perfecto pero no contaba con que este corazón sabia repararse, sanarse y buscando en su fibra más íntima encontró el antídoto al dolor recomponiendose transformandose y elevandose...
.. Lord Vanvle