De Gaviota Romero
¡Por favor no tale el árbol!
Que nos da sobra cuando aprieta el calor,
que nos regala la vista y nos da calor y amparo
que nos purifica el aire.
Es grato para la vista ver sus ramas mecerse cuando sopla el aire y en el otoño,
caen sus hojas como los copos de nieve, de acá para allá las va venteando el aire,
de colores son sus hojas, amarillo ocre, rojas, verdes.
Pero las manos del hombre no entienden porque Dios creo los árboles.
Si el hombre sigue talando sin control y sin medida, llegara el día...
¡en que no quede ni un árbol!
Si vives en un país donde muchos bosques hay,
no lo notaras tanto, en otras partes como grandes capitales, a los pocos árboles
que quedan, les damos mucho trabajo para purifica el aire.
Hoy día la contaminación ambiental es la que predomina en las ciudades.
Los intereses del hombre son tan grandes cómo destruir el planeta
antes de renunciar a intereses de humanos.
¿Puedes tú por un momento, hacerte pasa por árbol?
Quizás, comprenderíamos mejor \"la pena que siente\",
cuando unas manos de hombre, te tale... sin ningún reparo.
El hombre esta arruinando el planeta tierra.
Dios le dio la tierra al hombre, pero no lo saben apreciar.
Pronto todo cambiara, para bien de toda la humanidad.