La ruleta
Yo le apuesto esta vez a la ruleta
y le apuesto de plano mi fortuna,
de reserva me juego hasta la luna,
el tesoro que el alma lleva escueta.
Es la paz que refleja la silueta
de tu cara serena cual ninguna
lleva el brillo sin par de la laguna
y el torrente en la arteria del poeta.
Bebo el jugo tenaz de mi dinero
cada vez que le gano la partida
en la vieja ruleta al garitero.
En el juego se pierde hasta la vida
se conoce también al caballero
y a la suerte le da su bienvenida.
Ariello
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