argantonio

París bien vale para la Mona Lisa

Es una sonrisa sabia,

es un cutis primaveral,

es un recreo carnal,

es Flora y es la savia.

 

Cambia el hosco paisaje,

con su profunda mirada,

y con la magía del hada,

torna en solaz lo salvaje.

 

Leonardo el fiel amante

de los andróginos ángeles

y de las vírgenes núbiles.

 

Fuiste el sol fulgurante,

que iluminó las lóbregas cárceles,

del poder omnímodo de los hombres fútiles.