Caminando por los campos solitarios
me encuentro con el viejo árbol pensador
con sus ramas en el cuello y sus gritos a viva vos.
Le miro y le pregunto, claro, sin antes saludarlo
viejo amigo, si me puedes contestar, preguntarte,
si as visto a mi amor pasar, hacen días que no la veo
y no la puedo encontrar, será que se a muerto o,
se a dormido en un pajar?.
Me ciento solo, extrañando sus besos
no tener con quien conversar.
Quizás, tu viejo amigo me puedas ayudar,
en que lugar se encuentra el amor de mi vida
o quizás no volveré a verla jamás.
Me quedaré bajo tu sombra, si no te e de molestar
si me quedáre dormido acompañado de mi tristeza
mas la pena que me amarga me hacen llorar
hay un silencio en mi alma
un palpito amargo en mi corazón
que enceguecén mis ojos,
creo que mi vida va acabar.
Viejo árbol, amigo, si no viene la que yo quiero
deja que mi vida se acavé, no me despiertes,
dejamé descansar.