Desde siempre te he amado,
por eso te persigo y te cuido,
te digo galanterias y cosas bellas,
y siempre procuro que te rías.
Tu me lo devuelves con creces,
me das un beso por las mañanas,
y me das energía y positividad,
para reírme de las incongruencias y las dicotomías.
Por la noche te marchas,
me quedo cansado y relajado,
y duermo tranquilo ,
esperando tus besos matutinos.
Espero que sigas siempre,
enamorada y dentro de mí, no soy celoso,
puedes estar si quieres, en todos los corazones,
sobre todo en el de los niños.
La dama de la felicidad,
la de la relatividad, la de la amabilidad,
la del respeto a ti mismo y a los demás,
Que bella eres, porque sueles estar,
no con los que más tienen, sino con los que más te buscan y valoran.